Managua es una ciudad realmente
original. Si busca el centro de Managua, no lo encontrará:
no tiene centro. Ha sido destruido por el terremoto de 1972, y los problemas
de la época hicieron que se postergara su reconstrucción.
Con el paso del tiempo, la ciudad se desarolló en varias zonas,
y ahora nadie está realmente interesado en reconstruir el antiguo
Managua, cuyas ruinas permanecen como testigos del horror del sismo.
Si mira Managua desde las
colinas aledañas, no ve más que árboles, pues la mayoría
de los edificios son de un solo piso, y están cubiertos por la vegetación
abundante de Managua; solo rebasan de los árboles pocos edificios
y en particular el del Banco de América, edificio el más
alto del país (foto a la izquierda). Managua, es tal
vez la única capital campestre, Usted puede sentirse en el campo
estando en esa ciudad. Otra curiosidad de Managua es su sistema de direcciones:
algunas calles tienen nombres, pero nadie los conoce, se ubican con los
puntos cardinales, partiendo de punto de referencia Conocido: de donde
fue el Arbolito, una cuadra al Lago, y 25 varas arriba (arriba es el Este,
abajo el Oeste, al Lago es hacia el Norte, solo para el Sur se usa la palabra
habitual)
El Lago de
Managua, hermano menor del Lago de Nicaragua embellece
la ciudad, dándole el aspecto de un puerto. Esta topografía
le asegura un futuro turístico prometedor a Managua, si se logra
rescatar la orilla del Lago, y si se condiciona para el turismo. Esperemos
que con el tiempo los managuas (habitantes de Managua) vuelvan a descubrir
su lago.
Hasta el siglo pasado, Managua
era un poblado, y creció rápidamente después de ser
elevada al rango de Capital en 1852, como resultado de una competencia
para este papel entre Granada y León.
Por esa razón, no tiene ningún barrio colonial, ni lo ha
tenido.